martes, 22 de mayo de 2018

Actividad 2 Sesión 5


Marco teórico
Antecedentes:
A principios del siglo XIX el 95 por 100 de la energía primaria que se consumía en el mundo procedía de fuentes renovables. Un siglo después tal porcentaje era del 38 por 100, y a principios del presente siglo era sólo del 16 por 100 (Fouquet, 2009). Sin embargo, la tendencia parece estar cambiando, ya que en muchos países industrializados la proporción de energías renovables ha crecido de manera         considerable en las dos últimas décadas. La inversión total en el mundo en energías renovables, que en el año 2004 fue de 22.000 millones de dólares USA, ha crecido de manera espectacular, pasando a 130 en 2008, 160 en 2009 y 211 en 2010. Aproximadamente la mitad de los 194 GW estimados de nueva capacidad eléctrica añadidos en el mundo en 2010 corresponde a energías renovables. A principios de 2011 al menos 118 países tenían políticas de apoyo a las energías renovables o algún tipo de objetivo o cuota a nivel nacional, muy por encima de los 55 países que los tenían en 2005 (REN21, 2011).
Las energías renovables han sustituido parcialmente a los combustibles fósiles y a la energía nuclear en cuatro mercados distintos: generación de electricidad, aplicaciones térmicas (calor para procesos industriales, calefacción, refrigeración y producción de agua caliente en el sector doméstico), carburantes para transporte y servicios energéticos sin conexión a red en el ámbito rural en los países en vías de desarrollo.
El creciente interés por las energías renovables se debe a que estas fuentes energéticas contribuyen a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, así como las emisiones de otros contaminantes locales, permiten disminuir la dependencia energética y contribuyen a la creación de empleo y al desarrollo tecnológico. Estos argumentos a favor de las energías renovables han sido refrendados por numerosos análisis de expertos y son compartidos actualmente por importantes instituciones internacionales. (6)


Las empresas no pueden asegurar el uso responsable y equitativo de los recursos disponibles en el planeta con base en la capacidad de regeneración de los mismos, pero pueden contribuir a esos objetivos por medio de la eco-eficiencia y una filosofía empresarial responsable. En México, el FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de la Energía Eléctrica), como organismo descentralizado de la CFE, busca el ahorro, uso eficiente y aprovechamiento sustentable de la energía eléctrica. Ha impulsado distintos programas, tales como, sustitución de equipos electrodomésticos, eficiencia energética y luz sustentable. “La misión del FIDE se centra en:
1) “Impulsar un cambio tecnológico al facilitar y familiarizar a las familias mexicanas con el uso de  productos eficientes en materia de energía eléctrica e iluminación.
2) Fomentar las nuevas tecnologías energéticas.
3) Difundir de la cultura energética sustentable”
(FIDE, 2012)
El FIDE busca mediante el fomento las nuevas tecnologías energéticas y la difusión de la cultura energética sustentable, la generación de beneficios económicos, sociales y ambientales, en correspondencia con las mejores prácticas internacionales en la materia. México ha manifestado su preocupación por el ambiente y el cuidado del mismo. Un ejemplo de esto fue el programa coordinado por la CFE y el FIDE en 1994, programa a nivel nacional con el objetivo de cambiar las bombillas tradicionales por focos ahorradores. De la misma manera, desde hace 12 años es posible adquirir electrodomésticos que consumen menor cantidad de energía, colaborando así a la eco-eficiencia energética. (2)




Bases teóricas

Energía solar para la generación de la electricidad

La obtención directa de electricidad a partir dela luz se conoce con el nombre de efecto fotovoltaico. La existencia de este fenómeno fue puesta de manifiesto por el físico Antoine Becquerel,en el año 1839. Para conseguirlo, se requiere un material que absorba la luz del Sol y sea capaz de transformar la energía radiante absorbida en energía eléctrica, justo lo que son capaces de hacer las células fotovoltaicas. (3)

Todo un descubrimiento

Hacia 1870 el profesor W. Grylls Adams y un estudiante suyo, R. Evans Day, experimentaron sobre el efecto de la luz sobre el selenio, comprobando que se creaba un flujo de electricidad, que denominaron “fotoeléctrica”. Era el año 1885 cuando Charles Fritts construyó el primer módulo fotoeléctrico, extendiendo una capa de selenio sobre un soporte metálico y recubriéndola con una fina película transparente de oro. Fritts envió sus paneles solares a Werner von Siemens, que ante la Real Academia de Prusia, presentó los módulos americanos declarando “por primera vez tenemos la evidencia de la conversión directa de la energía de la luz en energía eléctrica”.(3)


Célula fotovoltaica

La célula fotovoltaica (FV) es el componente que se encarga de captar la energía contenida en la radiación solar y transformarla en energía eléctrica. En general, una célula FV es un diodo elaborado con material semiconductor.
 Geométricamente, una célula FV tiene un tamaño aproximado de 10cm x 10cm y es de color azul obscuro.
Las celdas FV se agrupan y conforman los paneles FV. La mayoría de los paneles FV constan de 36 células FV. (5)

Tipos de células fotovoltaicas

Un primer criterio de clasificación de células FV se refiere al material empleado en su construcción: células mono cristalinas, células poli cristalinas, y, células amorfas. Las células mono cristalinas (cSi) son formadas por un sólo tipo de cristal y consiguen rendimientos superiores al 30%. Las células poli cristalinas (pSi) son fabricadas a partir de un agregado de materiales, como silicio mezclado con arsenio y galio, y, consiguen rendimientos del 15%. Las células amorfas no poseen una estructura cristalina y alcanzan rendimientos del 6%.
Un segundo criterio de clasificación es la geometría de las células FV  redondas y cuadradas. Las células FV originales eran de geometría redonda. Las versiones actuales permiten obtener una geometría cuadrada, que permite mayor compactación de la células en el panel FV. (5)





Paneles fotovoltaicos

Un panel FV es una placa rectangular, formada por un conjunto de células FV protegidas por un marco de vidrio y aluminio anodizados. La función principal de un panel FV es la de soportar mecánicamente a las células FV y de protegerlas de los efectos degradables de la intemperie.
La vida útil de un panel FV puede llegar a los 30 años, aunque los fabricantes otorgan garantías de 20 años. El mantenimiento típico consiste de una limpieza del vidrio para prevenir que las células FV no puedan capturar la radiación solar. (5)





Voltaje, potencia y número de células de los paneles fotovoltaicos

Los paneles FV proporcionan voltajes de salida de 12 V, 20 V, 24 V, y 30 V, dependiendo del número de células FV. Se necesita conectar 24 células en serie para alcanzar un voltaje nominal de salida de 12V. La mayoría de paneles FV comerciales contienen alrededor de 36 células fotovoltaicas.
La potencia de salida de un panel FV indica la capacidad de generar electricidad en condiciones óptimas de operación. La tendencia de la industria es ofrecer paneles con potencias de salida elevadas, pero se pueden encontrar en el mercado paneles fotovoltaicos de baja potencia (desde 5W), de potencia media (55W), y, de alta potencia (hasta 160 W). (5)


Principales fabricantes de paneles fotovoltaicos

La industria de células FV se concentra en Japón (48%), Europa (27%) y en Estados Unidos (11%), pero es en España en donde se encuentran los mayores fabricantes y proveedores.
El costo de un panel FV depende del tipo de panel, del tipo y número de células, de la potencia, y, del voltaje de salida.







Bibliografía

1.       Villa, F. (2009). Construcciones verdes. Alarife: Revista de arquitectura, (17), 39. Recuperado de DIALNET, https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3195183

2.        Inda Tello, C. M., & Vargas-Hernández, J. G. (2012). Ecoeficiencia y Competitividad: Tendencias y Estrategias con metas comunes. Ingeniería de Recursos Naturales y del Ambiente, (11). Recuperado de REDALYC, http://www.redalyc.org/html/2311/231125817004/

3.       Solar, E. (2007). Energía solar fotovoltaica. Página consultada en la web el26. Recuperado de, https://www.fenercom.com/pdf/publicaciones/cuadernos-energias-renovables-para-todos-solar-fotovoltaica.pdf

4.       Jiménez Román, D. Vivienda existente sustentable: Paneles solares (Tesis doctoral).  Instituto Politécnico Nacional. Recuperado de, http://tesis.ipn.mx/handle/123456789/22482

5.       Pilco, D., & Jaramillo, J. (2008). Sistemas fotovoltaicos para iluminación: paneles fotovoltaicos. Univ. Técnica Part. Loja, 1-4. Recuperado de, https://www.utpl.edu.ec/jorgeluisjaramillo/wp-content/uploads/2010/06/renlux-paneles-fv.pdf
6.     André, F. J., De Castro, L. M., & Cerdá, E. (2012). Las energías renovables en el ámbito internacional. Cuadernos económicos de ICE83, 11-36. Recuperado de, https://scholar.googleusercontent.com/scholar?q=cache:bhcbmHqcPGsJ:scholar.google.com/+importancia+energias+renovables&hl=es&as_sdt=0,5


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